El proyecto implicó el reacondicionamiento del Obelisco de Salinas. Las tareas comprenden hidrolavado de escaleras y entorno del obelisco e impermeabilización del piso como protección de la cimentación. En el monumento, propiamente dicho, los trabajos implicaron hidrolavado, reparación de fisuras y pintado. Además, se reacondicionaron los muros perimetrales existentes.

En una segunda etapa se realizó el acondicionamiento de las pasivas contiguas al obelisco. Donde antes había pisos cerámicos (muy bandalizado) o simplemente tosca, se realizaron nuevos contrapisos. Se reparó el techo, se tapearon dos puertas que daban a un baño y un depósito, y se pintaron los graffitis para mejorar visualmente el espacio.